lunes, 1 de marzo de 2010

No distance left to run o lo que es lo mismo súbele al ipod pa que no pienses tanto en ella.



El fin de semana fui al mixup a curiosar y salí con un par de discos/películas. En primer lugar me compré el No distance left to run, es un dvd doble; el primer disco es un documental que habla acerca de la historia de blur y justo hasta que lo vi me enteré de que se habían peleado con los oasis. El documental me parece maravilloso de principio a fin, te deja esa sensación que sólo el tiempo te puede dejar de ver como un cuarteto de muchachos era joven y lleno de energía y ahora todos cambiaron, se sienten cansados, se ven cansados pero aunque suene trillado el rock es el rock. 

El segundo disco que me compré fue el VH1 Story tellers de Kanye West. Por si no lo sabían soy muy fan, el disco es bueno, el concierto me quedó a deber pero es Kanye y vale la pena los 250 pesos que pagué por  el.

Sin duda me gusta mucho como canta en este concierto la de Homecoming y mientras suena es inevitable no acordarme de ti con esa canción. El día estuvo complicado porque tuve tiempo para pensar/pensarte y cuando eso pasa uno se vuelve más vulnerable. Ahora si a eso le añades que al salir de la oficina lo primero que vez es una luna que luce majestuosa pues no hay mucho que decir, mejor le subo al ipod, camino despacio por debajo de la luna mientras otro día pienso en ti. 



La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines

Hoy te puedo echar en cara que te equivocaste mi querido Jaime pues no encontré a nadie, y mi abuela no se aleja de los médicos ni de las clínicas.

Un abrazo a todos, toditos.

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