domingo, 14 de agosto de 2011

34:34


Ya tenía tiempo queriendo escribir un nuevo post, a decir verdad creo que tengo muy abandonado este blog, casi un año sin escribir como lo venía haciendo.

Empezaré por contarles que anoche quería escribir esta entrada pero justo cuando me disponía a hacerlo me encontré con mi casi gemela de números y empezamos a platicar, no sé en qué momento terminamos recordando en youtube caricaturas de nuestra infancia hasta las tres de la mañana. Me voló la cabeza recordar a los Dinoplativolos, es más me acuerdo y se me dibuja una sonrisa en la cara, pronto haré un post de eso hoy quiero escribir lo que no pude ayer por pasarmela también.

Así que aquí va, pero antes vayamonos al 2010:

Después de una de las depresiones más tristes de mi vida tuve que buscar una manera de dejar de tomar, dormir y estar en estado zombie, así que un buen día mi querido amigo Mikel Anton decidió inscribirme a la carrera de Nike 10K, la verdad yo antes "intentaba" correr pero nunca me lo tomé en serio, así que cuando Mikel me inscribió a la carrera no tuve más remedio que empezar a entranar y tener disciplina por el miedo de llegar en último lugar. A menudo soñaba que llegaba en último lugar y era la sensación más pinche del mundo.

Empecé con esto por septiembre más o menos pero tuve fines de semana muy acitvos, entre ellos el viaja a Cuetzalan y el #Guanajutanocarsgo que fue cuando fuimos a ver a Arcade Fire al Cervantino pero eso también luego se los contaré. El chiste es que para octubre decidí comprometerme, como se los decía, tenía el corazón roto y mi vida se estaba yendo en tragos de Jack Daniels cada fin de semana.

Para no hacer este post más largo les voy a resumir y prometo también contarles más adelante como se fue dando todo. Afortunadamente no termine en último lugar, tuve un tiempo aceptable y lo más importante correr esa carrera me cambió la vida. A partir de ese momento emepecé a entrenar más duro hasta que un buen 27 de enero de 2011 tuve uno de mis entrenamientos más chingones de mi vida. Corrí 10K y me sentí espectacular, la sensación de ese día es tan espectacular que es difícil de explicar. Correr te hace liberarte de muchas cosas pero correr contra ti mismo te hace y te obliga a dejar cosas del pasado muy atrás, te da fuerza, confianza y cada kilometro es una rayita al ego. Así que ese día me fui a trabajar muy contento, fui a comer a casa y regresando había quedado de ir por un helado con Cindy, justo cuando voy a cruzar la calle de mi trabajo se me dobla el píe, me dolió mucho pero seguí caminando, fuimos por el helado y después el dolor siguió, era jueves, el viernes seguía, hasta que el sábado no aguante más y !pum! Hospital, doctores, radiofrafías, -son dos mil pesos por favor y no va a poder caminar en 1 mes y correr hasta dentro de 3-

En ese momento entré en pánico nuclear ya que la única manera de sentirme bien conmigo mismo me la estaban quitando, dejé de escuchar al doctor y las instrucciones para usar la férula se convertieron en simples: bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla.

Regrese en un mes y le tomamos nuevas placas para ver cómo va su esguince de tobillo. Y así empezó mi tragedia del año. Ese mes tuve tanto tiempo para pensar que me di cuenta que una vez al año mi vida se vuelve una telenovela de muy mal gusto, como de telemundo o algo así.  Fueron días muy pero muy difíciles, me puse en estado homeless, me dejé el cabello largo, la barba y como era de esperarse, subí de peso. Todo eso que me había quitado de la depresión y correr, la incapacidad me lo regresó gramo por gramo. Después todo se fue al carajo una vez más, hasta que el martes de la semana pasada decidí levantarme a correr y por arte de magia todo cambió, me costó muchísimo llegar a los 5K pero lo logré, el jueves repetí y de nuevo otros 5K y el sábado era el gran día, sabía que no tenía que hacerlo pero lo hice, corrí mis primeros 10K despúes de estar fuera casi 6 meses de la pista, no fue nada fácil, me costó mucho, muchísimo pero lo logré y volví a sentir eso que sólo correr te da, esa sensacuión de victoria de saberte fuerte, de volver a sudar como enfemo. De ir dejando tantas cosas atrás y estoy feliz porque estoy de vuelta, voy a seguir corriendo, voy a seguir escuchando The Best of You de los Foo Fighters cuando ya no pueda más, y cuando las piernas se me doblen de cansancio voy a seguir escuchando Jump in the pool de los Friendly Fires que en automático se convierte en redbull para la alma, corazón y orgullo. Les dejo una frase que me acompaña en cada entrenamiento:



"El dolor es temporal, 
el orgullo es para siempre"



Un día les prometo que voy a correr el maratón de Nueva York pero no le digan a nadie apenas voy de regreso.

P.D. 34:34 es el título que decidí ponerle a esta entrada porque fue el tiempo que hice en los primeros 5 kilómetros. Me pareció una de esas casualidades bonitas que fuera un número par gemelo. El destino.

Un abrazo fuerte.

A.

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